martes, 31 de mayo de 2016

Arcos de los perdidos

Como trabajo de la asignatura Literatura española y gestión Cultural hemos creado una ruta literaria del municipio donde vivimos, nacimos, o mejor conocemos. Este trabajo me hizo pensar en la gran oportunidad de conocer a los escritores de Arcos de la Frontera. Y así ha sido, una gran oportunidad para descubrir por qué es un pueblo de poetas.
Este paseo se centra en los principales puntos del municipio, disfrutando no solo de la literatura, sino también de su Casco Antiguo. El recorrido dura dos horas aproximadamente, incluyendo las paradas para descansar y leer los poemas o pequeños fragmentos de cuentos.
Nos centraremos en escritores que pertenecieron al grupo poético Alcaraván. Estos autores están perdidos en la memoria colectiva. Con suerte, algunos lectores sentirán curiosidad en saber de ellos pero la mayoría de los habitantes del pueblo ignorarán su existencia. Sus poemas, cuentos o memorias son un recuerdo de este pueblo, algunos como Antonio Murciano recogen en cancioneros o romanceros las canciones de niños, versiones de canciones o romances del municipio, leyendas vivas entre las estrechas paredes y blancas plazas... 

Los textos recogidos por mi compañera y por mí se encuentran en el fondo local, en la biblioteca municipal Miguel Mancheño de Arcos de la Frontera. Cada trayecto tendrá algo que ver con la lectura, incluso pasaremos por calles protagonistas de cuentos como Cuesta del perro de Carlos Murciano. He de admitir que ignoraba que existiera este fondo local y encontrarlo fue abrir las puertas a la literatura de mi localidad. A propósito del nombre de la biblioteca, Miguel Mancheño será otro autor imprescindible dentro de la ruta, sobre todo por el aporte cultural que ha dado al pueblo.
Mi trabajo fue encargarme de crear la página web, recorrer la ruta y fotografiar las paradas que se realizan además del trayecto de una parada a otra. Entre Lorena -mi compañera de grupo- y yo hemos escogido, recopilado y pasado a formato digital los textos para este paseo literario.
Al crearla también pensamos que es una idea en beneficio de los jóvenes arcenses. Esta ruta puede ser una salida escolar muy productiva y diferente a sus clases en los colegios e institutos, sobre todo para nazca en ellos una conciencia local, perdida u olvidada en muchos de los habitantes de este municipio.
Espero que todo el trabajo no haya sido en vano y que se le pueda dar algún uso, aunque ya ha sido algo beneficioso encontrar a estos escritores perdidos. 


sábado, 7 de mayo de 2016

Un ataque político a las formas de vida



El artículo de Juan José Millás que vamos a comentar se llama Un ataque político a las formas de vida.
      El nombre del artículo tiene que ver con el principal tema que se trata, la cultura como algo consumible. El autor explica a lo largo del artículo por qué no existe el «consumo cultural». Según él, un libro, una película, una conferencia de algún escritor conocido, un sistema filosófico, no es algo consumible, no es algo de lo que obtengamos beneficios económicos, pero sí conocimientos, formas de pensar, formas de vivir…
      Como se comenta en este artículo, cuando muere un escritor, un filósofo, un historiador, en resumen, alguien que ha aportado algo nuevo a la cultura no se piensa en cuanto dinero ha ganado ni ha aportado con ello, sino todo lo que ha aportado a la humanidad con sus ideas.
      Por eso, cuando «el gobierno baja el consumo cultural» hay una disminución de las humanidades. Si la cultura es una forma de vida, eso quiere decir que el gobierno está haciendo que la sociedad tenga menos acceso a la cultura y, por ello, seamos más fácil de manejar, tal y como el autor argumenta. El diálogo que aparece en el artículo es un ejemplo perfecto. El simple hecho de no leer hace que no pensemos en las injusticias, que no seamos peligrosos para nuestro jefe, o para el gobierno que nos maneja.
También se toma como algo prescindible el leer un libro, ir al cine, ver una obra de teatro… cosas que eran formas de vida y ahora al ser tratados como «bienes consumibles» no lo son.
      En resumen, el autor intenta que tomemos conciencia de que la cultura no es algo de lo que debamos prescindir, no se consume, es una forma de vida.
      En mi opinión, estoy de acuerdo con el autor. Cada vez hay más dificultades para acceder a la cultura, cada vez se le da menos importancia. Al igual que la cultura, si hay recortes en educación, se está manejando el futuro de muchas personas. Se toma la educación, al igual que la cultura, como algo prescindible. Bajo mi punto de vista, esto es totalmente impensable. Una persona tiene el derecho de ser educado correctamente y no se debería dificultar esa posibilidad. Se están poniendo barreras a las personas a la hora de impedir que se eduquen correctamente, cuando la educación y la cultura es una forma de vida, algo de lo que no se puede prescindir.