-Recolección de romances y canciones de tradición oral en Prado del Rey.
La forma de pervivencia de la literatura oral en mi localidad, Prado del Rey, era de padres y madres a hijos.
Puede pensarse que ya en el siglo en el que vivimos solo perdura en las personas mayores del pueblo, pero no es así. Aún sigue viva en jóvenes y que es tradición seguir trasmitirlas.
Literatura, que viene desde el siglo XVIII con varios romanticismos, entre ellos y mucho antes el famoso romance de "Gerineldo". Aprendían las canciones haciendo las labores de la casa.
Otro romance fue el de "Don Bueso y la hermana Cautiva" y una de las versiones de "Tamar que era un romance bíblico y que aún tiene una enorme difusión en el mundi actual.
También, no solo había romances, había juegos infantiles como " La jardinera" (juego del coro).
La version del romance "Santa Catalina", sin lógica alguna en la que los niños con que rimaran no escuchaban la letra.
Y por último, versos del Bernal Francés; "cuquí cuquí cantaba la rana..."
jueves, 25 de febrero de 2016
miércoles, 24 de febrero de 2016
Más allá de Valera
A la sombra de la ilustre figura
de Juan Valera, autor de grandes títulos como Pepita Jiménez (1874) o Juanita
la Larga (1895), varios nombres han marcado el panorama de la literatura
egabrense, entre los que podríamos destacar a Tomás Luque, Pedro Iglesias,
Vicente Toscano o Juan Soca.
El nombre de Cabra ha estado
presente desde los albores de la literatura española. A finales del siglo IX,
destaca el Ciego de Cabra, considerado el inventor de la moaxaja, composición
poética en árabe clásico o hebreo que incluía en su final una jarcha.
El poeta Tomás Luque Moyano
rubrica en 1919 el manifiesto ultraísta y mantuvo amistad con Jorge Luis Borges
y Vicente Huidobro, entre otros. Sus Poemas
Inconexos (1931) incluyen el tema “De mi ciudad andaluza”, dedicado a Cabra.
Podríamos señalar igualmente a Pedro
Iglesias, cuyos versos son claros, dulces y fantasiosos. Escribe poemas como “La
Virgen pasaba”, “Carmen” o una oda llamada “El pueblo de don Juan Valera”.
Por último es necesario destacar
a Juan Soca, autor de la obra El Doctor
Cordial en 1950, una obra de corte valeriano y en la que se confiesa fue un
gran amante de su pueblo. Soca no quiso salir de Cabra y, a pesar de los consejos
de varios amigos que le recomendaban probar suerte en el Madrid literario de la
época, decidió permanecer en su Cabra natal y desarrolló, desde allí, toda
su producción literaria. Sus amigos ultraístas afirmaron en la revista ‘Grecia’
que: “Soca no sigue un camino paralelo al nuestro, su nave ancló en un puerto
del Sur”. Sin embargo, esta decisión no supuso un impedimento para que su fama
como poeta y prosista traspasara los límites geográficos de la localidad
cordobesa.
Juan Soca dedicó gran parte de
las horas de su vida a enaltecer la obra de Juan Valera, probablemente, el
escritor egabrense más reputado y estudiado. No obstante, en Cabra existe una “gran
literatura” más allá de Valera.
Autores de Arcos de la Frontera
Los pueblos también tienen historia - Arcos de la Frontera
No todos nacemos en grandes ciudades, no todos llegan a ser grandes escritores conocidos. Hay algunos de pueblos, como este en concreto del sur de España, que cuenta con una larga lista de escritores -poetas, novelistas, cuentistas, historiadores, antólogos...-.
Ya mirando atrás cabe mencionar que desde el siglo XVI destaca Diego Jiménez de Ayllon (1530-1590) como militar, poeta y escritor, que escribe la que se considera la primera publicación de un poeta gaditano en lengua castellana, una epopeya culta en octavas reales dedicada a las hazañas del Mio Cid.
El siglo XX fue donde apareció una marea de autores que publicaron, colaboraron y fundaron revistas como Alcaraván.
En la colección Alcaraván encontramos obras como Historia de una ausencia de Antonio Luis Baena (1932-2011). Julio Mariscal Montes (1922-1977) también es un célebre autor, colaborador o fundador de revistas como Alcaraván, Platero o Alcántara, entre muchas otras. Pedro Sevilla (1959), también poeta y escritor arcense, recoge como antólogo la obra de este autor en Diez de Julio. Antología y estudio sobre la obra de Julio Mariscal.
Entre otros autores también destacan los hermanos Antonio Murciano (1929) y Carlos Murciano (1931). El primero recopila muchas canciones y romances típicos de Arcos de la Frontera, como podemos ver en sus obras Cancionero y Romancero popular árcense, edición del Excmo. Ayuntamiento de Arcos de la Frontera (2001) o Nochebuena en Arcos y Cancionero navideño popular de la colección Alcaraván publicada en Arcos de la Frontera (1972), además de muchas más obras donde aparecen los pueblos blancos y composiciones ligadas al mundo del flamenco. El segundo de los hermanos también escribe lírica, como la obra Poemas tristes a Nadia publicada en Arcos de la Frontera; narrativa; ensayos; y literatura infantil, como El mar sigue esperando (1982) Premio Nacional de literatura infantil y juvenil.
Por último también hay que destacar la labor de escritores que se dedican a escribir sobre este pueblo, como Manuel Pérez Regordán, con sus obras Guía turística de Arcos de la Frontera (1968), Las calles de Arcos (1976) o La Real Justicia y el Santo Oficio de la Inquisición en Arcos de la Frontera (1.992).
Por tanto, sería una labor muy interesante investigar y recopilar las obras de estos autores desconocidos para muchos, incluso para los mismos habitantes de la localidad.
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