Imaginemos...

Mi política cultural

Como profesora de Lengua y literatura española en los cursos de 1.º y 2.º de ESO del instituto Guadalpeña de Arcos de la Frontera, aparte de impartir las clases, también soy la responsable del departamento de proponer actividades culturales para los cursos de 1.º a 4.º de ESO de la institución.

La estabilidad es lo principal que prioriza en mi política cultural. Las actividades culturales tienen que ser útiles y beneficiosas para los alumnos que participen en el evento, se mira por el bien y las bases culturales de los integrantes del grupo que participen en el acto.

Hay que integrar a los jóvenes en el mundo cultural y hacerles tomar conciencia de la importancia del patrimonio que los rodea. Por tanto la conservación y valoración de este es de vital importancia para que podamos disfrutarlo y para que las generaciones futuras también puedan apreciarlo.

Se debe insertar en el alumno una identidad nacional, al igual que deben apreciar otras culturas y saber respetarlas. Tienen derecho a saber todo lo posible sobre la cultura de su país, su comunidad y su provincia, al igual conocer las costumbres e importancia de otros países.

Las actividades que dirijo van propuestas a los alumnos de entre 13 y 16 años aproximadamente.

Mi trabajo como responsable cultural del instituto consiste en proponer salidas para asistir a representaciones teatrales en el pueblo o sus alrededores, entrevistas a figuras importantes ‒escritores, actores, periodistas…‒, eventos como ferias del libro, temáticas, etc. y visitas a monumentos, establecimientos o instituciones de cierta importancia cultural. Las actividades que se propongan serán siempre en beneficio del alumno, para que adquiera conocimientos y aprenda de una forma diferente.

Aún no he visto necesario realizar ninguna práctica cultural emergente, tampoco creo que sea malo para los alumnos, pero desde mi punto de vista, hay eventos más didácticos y divertidos. 

Cuento con el apoyo del director y de los demás profesores interesados para realizar las actividades. Además el AMPA también suele participar en algunos eventos realizados en la institución.

El edificio cuenta con un salón de actos, proyectores en todas las aulas y una biblioteca. Se pueden programar con facilidad representaciones teatrales, eventos musicales, incluso degustaciones gastronómicas, nacionales o de otros países.

El instituto cuenta con un fondo económico para este tipo de actividades, siempre que el director y la mayoría del profesorado estén de acuerdo en que se lleve a cabo.

En algunas excursiones, no todos los alumnos han querido participar, en general, por el poco interés en la actividad. Por lo tanto, hay que intentar que se interesen en su cultura y disfrutar de esos derechos culturales que tienen.

Cuando las actividades se realizan fuera, visitas a otras ciudades, por ejemplo, ha habido ciertos problemas económicos con el transporte y la ausencia de profesorado para participar, ya que un solo profesor no puede ir, tiene que tener el apoyo de dos o tres mínimo que le acompañen. También hay profesores que no les interesa este tipo de eventos, por lo que ponen objeciones a la hora de perder su hora de clase. 

Cuando no cuento con los medios que necesito, busco la ayuda de otras instituciones del pueblo o del ayuntamiento. Si las actividades se relacionan con el mundo de la literatura las librerías también aportan algo.

Las actividades suelen tener un buen resultado, que suelen reflejar en la prensa los periodistas locales. Hay interés en saber cómo se educan los niños y este tipo de actos dicen mucho de las bases culturales que se enseña a los alumnos.

El instituto tiene proyectores para poner películas, cuenta con un escenario y los aparatos de iluminación suficientes, carritos con unos 25 portátiles para varias clases, aulas con ordenadores de mesa, pizarras digitales… Por lo tanto se deben aprovechar estas ventajas para facilitar la planificación y realización de las actividades culturales que se propongan.