El estudiante de Salamanca cuyo autor es Jose de Espronceda, se trata de un cuento en verso de tradición legendaria que nos cuenta la historia de Félix Montemar, al que también se le llama don Juan y que tiene influencia del Estudiante Lisardo teniendo como forma de vida burlador.
Se dan rasgos tipicos del Romanticismo. El narrador está en tercera persona y omnisciente.
Está dividida en tres partes encabezadas por un lema del que trata la noche y la muerte pero desarrollado a media noche y el amanecer.
El tiempo en ésta obra se desplaza, propio del tiempo romántico. Los personajes son fríos, llenos de misterio...
El protagonista se parece mucho al de don Juan Tenorio de José Zorrilla, ya que se presenta como un personaje que no acepta ninguna ley a no ser que sea la suya. También se le relacina con el diablo pero sólo cambia en que don Félix no se arrepiente de nada ni incluso cuando le lleva la muerte. En su funeral tiene como antecedente el de La Leyenda del Estudiante de Lisardo, donde ambos presencian su propio funeral.
La muerte de los protagonistas es común en los cuentos románticos como por ejemplo pasa en la peña de los enamorados, trata sobre una mujer mora llamada Zulema se enamora de un soldado cristiano y al ser de distinta religión creen que el padre no los va a aceptar y se escapan juntos pero el padre de ella intentan alcanzarlos pero ellos quieren vivir si están juntos entonces se tiran por un peña y mueren, en este caso se puede interpretar como que el padre causa la muerte de los enamorados.
También cabe mencionar Los tesoros de la Alhambra que aparecen en las cartas españolas como cuento romántico.
El aparecido es otro cuento que se puede destacar que trata sobre un fantasma de una ciudad y por esa aparición fue muriendo cada vez más gente de forma misteriosa, esto también puede ser un tema romántico.
Para finalizar La dama blanca de Baden que trataba sobre una mujer ambiciosa que era capaz de matar a sus propios hijos a cambio de conseguir poder y estar con un hombre de alta posición, se decía que cuando la mujer aparecía era una premonición de la muerte ; ''la dama blanca''.
domingo, 22 de junio de 2014
Don Juan Tenorio.
Don Juan Tenorio es un drama romántico escrito por José Zorrilla, el cual fue publicado en el año 1844. En esta obra se nos presenta don Juan como un personaje orgulloso, al que no le da miedo la muerte y que para el las mujeres son trofeos.
En varias ocasiones han llegado a relacionarlo con Satanás, incluso también cuan Brígida habla con el y él le dice que está con Satanás (escena II del primer acto). Pero aún así hace dudar de su condición a lo largo de la obra.
El final de esta obra es muy significativo ya que en la escena II refleja sus sentimientos hacia Inés pero su mala fama hace que ningún otro personaje se lo crea pero esto no hace que Ddon Juan se de por vencido y pueda llegar hasta a arrodillarse ante el padre de Inés (don Gonzalo) para pedirle la mano de su hija. Pero el odio de don Gonzalo hace que lo ciegue.
La visión de don Juan hace cambiar porque pasa de ser de lo peor a ser un amante civilizado e Inés es una de sus víctimas por el tema de la carta y el secuestro.
Al final de la obra, aparece a sombra de doña Inés y la esatua fantasmagórica de don Gonzalo, don Juan entra en un conflicto con lo que esto lleva arreglarlo todo mediante los conflictos. Y a partir de aquí es cuando el protagonista empieza a arrepentirse de su pasado. Entra en un estado de desesperación y más cuando le comunican que su muerte está cerca y se la simbolizan con un reloj de arena dándose de los pecados cometidos en el pasado, en este momento entra doña Inés qien le pide a Dios que cogiera su alma en vez de la de don Juan, este amor se muestra totalmente angelical ya que lo salva y hace que se arrepienta ante Dios de todos sus pecados en el pasado lo que llevan a salvarse los dos e ir al cielo.
Todos los conflictos que ha sufrido el protagonistan han llevado a cabo el arrepentimiento de él.
En varias ocasiones han llegado a relacionarlo con Satanás, incluso también cuan Brígida habla con el y él le dice que está con Satanás (escena II del primer acto). Pero aún así hace dudar de su condición a lo largo de la obra.
El final de esta obra es muy significativo ya que en la escena II refleja sus sentimientos hacia Inés pero su mala fama hace que ningún otro personaje se lo crea pero esto no hace que Ddon Juan se de por vencido y pueda llegar hasta a arrodillarse ante el padre de Inés (don Gonzalo) para pedirle la mano de su hija. Pero el odio de don Gonzalo hace que lo ciegue.
La visión de don Juan hace cambiar porque pasa de ser de lo peor a ser un amante civilizado e Inés es una de sus víctimas por el tema de la carta y el secuestro.
Al final de la obra, aparece a sombra de doña Inés y la esatua fantasmagórica de don Gonzalo, don Juan entra en un conflicto con lo que esto lleva arreglarlo todo mediante los conflictos. Y a partir de aquí es cuando el protagonista empieza a arrepentirse de su pasado. Entra en un estado de desesperación y más cuando le comunican que su muerte está cerca y se la simbolizan con un reloj de arena dándose de los pecados cometidos en el pasado, en este momento entra doña Inés qien le pide a Dios que cogiera su alma en vez de la de don Juan, este amor se muestra totalmente angelical ya que lo salva y hace que se arrepienta ante Dios de todos sus pecados en el pasado lo que llevan a salvarse los dos e ir al cielo.
Todos los conflictos que ha sufrido el protagonistan han llevado a cabo el arrepentimiento de él.
La Regenta.
Tenemos presente un fragmento sobre el capítulo XXVI de La Regenta cuyo autor es Leopoldo Alas Clarin.
Centrándonos en dicho fragmento, podemos ver como está dividido en dos partes; la primera parte es jueves Santo en la que Ana Ozores (La Regenta) va a participar en una procesión del viernes Santo, esto impacta a muchos personajes entre ellos, por ejemplo: Obdulia. Aparece luego su marido que intenta pararla pero no puede conseguir nada al respecto. La segunda parte; en la que comienza en viernes Santo con Fermin de pas y La Regenta lista para salir pero arrepentida de la decisión que tomó.
Con esto, se pueden apreciar características del realismo-naturalismo propias de Clarín; como por ejemplo puede ser la clase social del Antiguo Regimen
El tema de la primera parte es la salida de Ana Ozores en la penitencia y la negacion que recibe por parte de Obdulia por su decision de salir. De la segunda parte se puede observar el arrepentimiento de La Regenta.
Hay que destacar los continuos conflictos que aparecen propias del realismo y que el narrador es de tipo omnisciente y en tercera persona.
Centrándonos en dicho fragmento, la decision de Ana se ve de dos modos diferentes desde la ciudad de Vetusa. Por un lado, la parte que se consider más atrasados del pueblo y por otro lado la reacción de los Vagallanas, es decir, la aristocracia moderna.
Estos dos bandos los tendremos durante toda la obra en la ciudad de Vetusta, así reflejado el realismo-naturalismo ya que es la unión del personaje con su medio y en este caso tenemos a Clarín.
En cuanto a los recursos narrativos, en la primera parte podemos observar bastante diálogo de habla coloquial según cómo estén los personajes en cada momento por ejemplo:<< ¿ y el pobre calzonazos...>> En cambio, en la segunda parte se ve como Ana Ozores refleja su arrepentimiento por la decisión que ha tomado y lo expresa mediante un monólogo, por ejemplo <<¿Llovería? Hubiera dado años de vida...>>
Se puede apreciar con bastante predominio la objetividad y la verosimilitud. También el estilo indirecto libre como por ejemplo: << Sí escándalo era; la mujer de su casa...>>
Centrándonos en dicho fragmento, podemos ver como está dividido en dos partes; la primera parte es jueves Santo en la que Ana Ozores (La Regenta) va a participar en una procesión del viernes Santo, esto impacta a muchos personajes entre ellos, por ejemplo: Obdulia. Aparece luego su marido que intenta pararla pero no puede conseguir nada al respecto. La segunda parte; en la que comienza en viernes Santo con Fermin de pas y La Regenta lista para salir pero arrepentida de la decisión que tomó.
Con esto, se pueden apreciar características del realismo-naturalismo propias de Clarín; como por ejemplo puede ser la clase social del Antiguo Regimen
El tema de la primera parte es la salida de Ana Ozores en la penitencia y la negacion que recibe por parte de Obdulia por su decision de salir. De la segunda parte se puede observar el arrepentimiento de La Regenta.
Hay que destacar los continuos conflictos que aparecen propias del realismo y que el narrador es de tipo omnisciente y en tercera persona.
Centrándonos en dicho fragmento, la decision de Ana se ve de dos modos diferentes desde la ciudad de Vetusa. Por un lado, la parte que se consider más atrasados del pueblo y por otro lado la reacción de los Vagallanas, es decir, la aristocracia moderna.
Estos dos bandos los tendremos durante toda la obra en la ciudad de Vetusta, así reflejado el realismo-naturalismo ya que es la unión del personaje con su medio y en este caso tenemos a Clarín.
En cuanto a los recursos narrativos, en la primera parte podemos observar bastante diálogo de habla coloquial según cómo estén los personajes en cada momento por ejemplo:<< ¿ y el pobre calzonazos...>> En cambio, en la segunda parte se ve como Ana Ozores refleja su arrepentimiento por la decisión que ha tomado y lo expresa mediante un monólogo, por ejemplo <<¿Llovería? Hubiera dado años de vida...>>
Se puede apreciar con bastante predominio la objetividad y la verosimilitud. También el estilo indirecto libre como por ejemplo: << Sí escándalo era; la mujer de su casa...>>
Estudiante de Salamanca-Cuentos del romanticismo
Con respecto a la literatura del Romanticismo encontramos una inevitable comparación entre el Estudiante de Salamanca de José Espronceda y los cuentos del Romanticismo.
En primer lugar vemos que El estudiante de Salamanca es un largo poema en verso el cual nos cuenta la historia de Félix Montemar, quien nos recuerda inevitablemente al Don Juan Tenorio ( de hecho lo llaman el segundo Don Juan) y también tiene otras influencias literarias como El estudiante Lisardo que también ve la visión de su propio funeral lo que le hace recapacitar de su vida como burlador.
El estudiante de Salamanca tiene muchas características del Romanticismo como por ejemplo al comenzar la primera parte se nos describe ese paisaje tétrico y funebre: el silbar del viento, la espesa niebla e incluido el repicar de las campanas. Esto acompañado del ocultismo del personaje pues aparece embozado y con la punta de la españa teñida de sangre, nos describe un paisaje horripilante, al igual que se mostraba en el panteón de los Tenorios en el Don Juan.
Además debemos de tener en cuenta de que hay dos elemento en esta obra que lo heredaran otras literaturas del romanticismo y es las 12 de la noche, como hora maldita y la presencia de la luna que siempre augura un final trágico.
Así pues en esta obra también tenemos un fracaso a moroso, si bien Félix Montemar se nos presenta como un demonio, un ser sin sentimiento y que trata a las mujeres como si fueran un simple trofeo, en contraposición tenemos a doña Elvira que representa la doncella ingenua que muere por un amor no correspondido y que se nos retrata de blanco puesto que representa el amor puro.
En esta obra al igual que el Don Juan también se le da una oportunidad al burlador de cambiar, a través del fantasma de su amada pero decide no acerlo nisiquiera la visión de su funeral le convence de aquello y por tanto es condenado al infierno donde se casará con el esqueleto de su amada, pero no es un amor eterno hasta la muerte, sino que por el contrario es un amor infernal y condenado.
Por otra parte los cuentos del romanticismo han heredado tanto la temática del Estudiante de Salamanca como su estética tenebrosa.
En primer lugar tenemos el cuento La peña de los enamorados que aparece en El seminario pintoresco español.
Esta obra recoge el fracaso amoroso del Estudiante. La historia se sitúa en un periodo legendario como es la dominación árabe, en este contexto se produce el deseo amoroso de la morisca Zulema y el español Fadrique, amor que no puede llegar a consumarse pues el padre de ella la va a obligar a casarse con otro hombre. Por tanto huyen de su familia pero al ser perseguidos por su padre deciden arrojarse desde el vació de un peñasco ( el cual lleva su nombre).
Aparece aquí un elemento vegetal muy importante y es que en la obra se cita un cartel que reza: morir gozando, compuesto por flores. Esto es precisamente lo que deciden hacer, disfrutar de su amor en la vida después de la muerte, como símbolo del amor puro.
Félix Montemar también decide tomar esta situación aunque no pensando en su amada sino él mismo, puesto que decide disfrutar de la vida a su manera, sin prejuicios y sin miedo a la muerte. De hecho solo se somete a las cadenas del amor una vez que se condena al infierno y no hay vuelta atrás.
Otro cuento que recoge la estética romántica es Los tesoros de la Alhambra, que aparece recogido en las Cartas españolas.
En este cuento vemos como dos estudiantes se reúnen a las 12 de la noche ( hora maldita como hemos visto en El estudiante), para hablar sobre temas académicos, hasta que Don Carlos uno de los estudiantes, le cuenta a su compañero que ha visto un espectro y el cual resulta ser un soldado que guarda tesoros en la Alhambra. Esta estética tenebrosa de fantasma ya lo vimos en El estudiante justo al comenzar la obra.
Don Carlos trata de liberar a este espectro de su condena, ya que según cuenta cada tres años intenta que alguien lo libere (vemos de nuevo la cuenta atrás para solucionar un conflicto como muestra El estudiante de Salamanca o Don Juan Tenorio).
El espectro solo se salvará si Don Carlos le trae tres monedas, que casualmente las ha conseguido gracias a una vieja, aunque como sabemos las ancianas siempre presenta una simbología ligada a la muerte, por lo que nos presagia el final trágico que va a tener Don Carlos.
Nuestro protagonista no puede salvar al espectro y en cambio ve como los tesoros se tornar en cenizas y en arena, también hemos visto en El estudiante como las cosas se marchitas cuando se acerca la muerte. Don Carlos se siente impotente por no haber podido salvar al espectro así que decide marcharse lejos a su país, pero a través de una carta le comunica a su amigo que está moribundo debido a que nadie puede sobrevivir una vez visto los tesoros de la Alhambra, se cumple por tanto el final trágico que presagiábamos.
Ante estas comparaciones es necesario ver a la literatura romántica y su sentimiento agónico hacia la vida por los cambios sociales y morales del siglo XIX, como una estética que afecto por igual manera tanto poema, narrativa así como teatro y que en todas las artes siempre coinciden en un nihilismo por parte de los personajes en su medio, un medio que al igual que ellos se representa funesto.
Jesús Vila García
Comentario de La Regenta
Este fragmento pertenece al capítulo XXVI de La Regenta (1885), obra escrita por
Leopoldo García-Alas Ureña, Clarín. Está dividido con 2 partes. En la primera
parte es Jueves Santo y aparece la noticia de que Ana Ozores, la Regenta, va a
participar en la procesión del viernes santo de Vetusta. Esta noticia impacta
mucho a Obdulia, Visitación y la Marquesa, que consideran una locura ir de
nazarena, y sobre todo, descalza. Aparece después el Marqués con Víctor
Quintanar, exregente y esposo de Ana Ozores, que muestra su oposición a la
decisión de su mujer, pero no puede detenerla. La segunda parte comienza en
viernes Santo, con Fermín de Pas ansioso por la procesión y el poderío que
mostrará a los habitantes de Vetusta. Por otro lado la Regenta, arrepentida de
la decisión que ha tomado, pero lista para afrontar las consecuencias.
Los temas que podemos encontrar son la hipocresía social,
sobre todo en la primera parte, y la envidia que Obdulia muestra por Ana
Ozores, al exponerse al pueblo vestida de nazarena descalza. En la segunda
parte, vemos la ambición del magistral por triunfar ante sus enemigos y la
frustración de la Regenta, lamentándose de la decisión que había tomado, sus
ansias por participar en la procesión habían desaparecido. En el fragmento
podemos ver que se generan conflictos en torno a Ana Ozores y Víctor Quintanar,
ya que este último se opone a que su mujer salga de nazarena, pero no logra que
Ana cambie de opinión.
Los personajes que aparecen en este fragmento son varios.
Empezando por la primera parte, encontramos a la Marquesa, Obdulia y
Visitación, mujeres que se mueven por el mismo círculo social que la
protagonista, Ana Ozores. En esa misma parte aparece Víctor Quintanar, que se
opone a la decisión de su mujer. En la segunda parte aparece Ana, la causante
del espectáculo que hará el viernes Santo en la procesión al salir vestida de
nazarena descalza. Vemos en Fermín de Pas las ansias de salir en la procesión
con la Regenta, así acabaría con todas las calumnias y el desprecio que sentían
por él.
Como hemos dicho antes, en la primera parte los
acontecimientos suceden el jueves Santo en la casa de La Marquesa. En la
segunda parte ya es viernes Santo, presentando un día nublado, Ana Ozores desde
su casa, y Fermín de Pas desde la suya, contemplan el cielo. El magistral
deseando que salga el sol, y la Regenta deseando que llueva para suspender la
procesión y vestirse de nazarena.
Respecto a los recursos narrativos, en la primera parte del
fragmento vemos mucho diálogo. Mediante el diálogo vemos las reacciones de La
Marquesa, Obdulia y Visitación al recibir la noticia. En el diálogo podemos ver
un habla coloquial. Según el carácter o el estado de los personajes cambia el
habla de los personajes. Por ejemplo, Visitación, indignada por la noticia, “¿Y
el pobre calzonazos dio su permiso?”, o la exaltación de Víctor Quintanar “-¡Descalzas!
¿y mi mujer va a ir descalza? ¡Ira de Dios! ¡eso sí que no!... ¡Pardiez!”. Aquí
vemos una puntual reproducción del lenguaje.
En la segunda parte vemos el monólogo interior de Ana
Ozores, arrepentida por su decisión, pero convenciéndose de que no tiene más
remedio que cumplir con su palabra, intentando buscar los ánimos que tenía días
atrás, pero habían desaparecido, por ejemplo, <<Yo soy una loca -pensaba-
tomo resoluciones extremas en los momentos de la exaltación y después tengo que
cumplirlas cuando el ánimo decaído, casi inerte, no tiene fuerza para querer».
También vemos un monólogo interior del magistral, «¿Llovería? Hubiera dado años
de vida porque el sol barriera aquel toldo ceniciento y se asomara a iluminar
cara a cara y sin rebozo aquel día de su triunfo... ¡Dos días de triunfo! ¡El
miércoles el entierro del ateo convertido, el viernes el entierro de Cristo, y
en ambos él, don Fermín triunfante, lleno de gloria, Vetusta admirada,
sometida, los enemigos tragando polvo, dispersos y aniquilados!».
Hay ausencia de reflexiones personales por parte del
narrador, por tanto vemos el gran predominio de la objetividad.
La objetividad, la importancia de lo contemporáneo y la
representación de una historia que parezca verdadera (verosimilitud). Para que
la historia parezca verdadera el autor utiliza el detallismo fotográfico, las
alusiones al pasado de un personaje (como el pasado de Ana Ozores), la
localización espacio-temporal de los acontecimientos, y abundancia de diálogos
caracterizadores de cada personaje. Estas son algunas de las características
del realismo que están presentes en la Regenta.
El léxico que utilizan los personajes en este fragmento es
típico del habla coloquial, como la palabra “calzonazos”, dicha por Visitación,
o las expresiones de Víctor Quintanar al sobresaltarse con la noticia de que su
mujer irá de nazarena descalza.
Clarín entrecomilla las voces de los personajes cuando hay
una reproducción de sus pensamientos, emociones, sensaciones… Aquí está presente
el estilo indirecto libre, un ejemplo, «Sí, escándalo era; la mujer de su casa,
la esposa honesta, protestaba dentro de Ana contra el espectáculo próximo...
No, no estaba segura de que su abnegación fuese buena siquiera; acaso era una
desfachatez; la paz de su casa, el recato del hogar, lo decían con silencio
solemne...» y Ana sudaba de congoja... «¡Lo que había prometido!».
La Regenta
En esta entrada publico un comentario sobre el capítulo XXVI de La Regenta.
En este fragmento podemos apreciar las diversas características realistas-naturalista de Clarín.
La ciudad de Vetusta se nos presenta como una sociedad que vive el conflicto de ideales de principios del siglo XIX. Dicho conflicto se refiere al cambio de una sociedad estamental del Antiguo Régimen, a la sociedad de clases que profesaba el Liberalismo. Así pues tanto la Aristocracia como la Iglesia se encontraran en un continuo conflicto por apoderarse de la hegemonía de Vetusta.
El tema con el que nos ilustra Clarín en este fragmento es la decisión de Ana de salir de Penitencia el Viernes Santo. Sin embargo esto conlleva a un trasfondo mayor, puesto que este acto de devoción se percibe en Vetusta como un ejemplo más del poder de persuasión que tiene Fermín de Pas, responsable de esta actitud fanática de Ana Ozores y que anteriormente había mostrado la conversión de Don Pompeyo en este mismo capitulo.
Es un objetivo primordial del realismo mostrar los conflictos que ocurría en la sociedad decimonoica a un nivel colectivo, sin duda esto se hará a través de un narrador en 3ª persona omnisciente y que se muestra lo más objetivo posible, convirtiéndose la literatura en un documento lo más fiel posible a la realidad.
Sin duda el realismo se ve reforzado por el naturalismo y percibirá ese esfuerzo por retratar los acontecimiento no solo mediante reacciones generales sino a nivel individual, el individuo y el medio están íntimamente relacionados en este fragmento.
Así pues la decisión de Ana se percibe de forma distinta entre la comunidad Vetustense. Por un lado tenemos la reacción de los Vegallanas, quien están considerados como la aristocracia moderna, que surge en el siglo XIX. Estos considerar esos actos puramente fanáticos y fuera de contexto. Vemos por ejemplo como la Marquesa esta completamente envidiosa de La Regenta y no precisamente de su espíritu religioso sino que será el centro de atención en toda Vetusta. Sin embargo por otro lado el populacho que se puede considerar como los habitantes más atrasados en cuanto ideales, ven esta idea como un autentico acto de devoción.
Esta actitud dual que muestran los Vetustense estará presente en toda la obra, debido al cambio tan forzoso que se vive en el siglo XIX, como hemos dicho una característica del realismo-naturalismo es la unión del personaje con su medio así Clarín piensa que la sociedad Española no a sabido asimilar los verdaderos conceptos del Liberasmo y lo que se nos muestra es una sociedad híbrida entre el pasado y un futuro pseudomoderno, por tanto los personajes tampoco tienen unos caracteres claramente definidos, sino que están en continuo conflicto entre ellos y su medio.
Aquí lo vemos en el caso de Ana que por un lado hace un acto que se supone con ánimo de misericordia y por una decisión personal pero por otro lado se siente avergonzada de lo que está haciendo, así mismo el Magistral no se siente como un canónigo orgulloso de su feligresa sino que se siente con actitud triunfante hacia si mismo por dejar claro su posición dominante.
Así pues el Naturalismo nos presenta la sociedad siempre degradada pues no se encarga de mostrar una realidad idealizadora como si lo hacía el neoclasicismo, pero no es intención del autor criticar este estado de degradación sino simplemente darlo a conocer, el escritor no es un juez quien dedica sino que se tiene que comportar como un científico quien observa, experimenta y muestra.
En este caso veremos tanto la descripción de los finos ropajes morados que lleva Ana Ozores como la sensación de dolor de sus pies descalzos al pisar las piedras o como se clavan las espinas en la corona que lleva Vinagre, lo que nos muestra una visión más humana en el sentido de imperfecta que nos hace simpatizar más con el pasaje litúrgico que nos está mostrando.
El hecho de que se nos situé en un tiempo o festejo concreto, nos da también esa sensación de verosimilitud que persigue el naturalismo, pues el lector se sentirá más identificado si reconoce algo tan popular como las fiestas nacionales.
Por lo tanto tenemos una visión bastante clara de la meta que pretendía Clarín al crear la ciudad Vetustense en su obra y que sirviera de espejo crítico a la España de principios de Siglo.
Jesús Vila García
En este fragmento podemos apreciar las diversas características realistas-naturalista de Clarín.
La ciudad de Vetusta se nos presenta como una sociedad que vive el conflicto de ideales de principios del siglo XIX. Dicho conflicto se refiere al cambio de una sociedad estamental del Antiguo Régimen, a la sociedad de clases que profesaba el Liberalismo. Así pues tanto la Aristocracia como la Iglesia se encontraran en un continuo conflicto por apoderarse de la hegemonía de Vetusta.
El tema con el que nos ilustra Clarín en este fragmento es la decisión de Ana de salir de Penitencia el Viernes Santo. Sin embargo esto conlleva a un trasfondo mayor, puesto que este acto de devoción se percibe en Vetusta como un ejemplo más del poder de persuasión que tiene Fermín de Pas, responsable de esta actitud fanática de Ana Ozores y que anteriormente había mostrado la conversión de Don Pompeyo en este mismo capitulo.
Es un objetivo primordial del realismo mostrar los conflictos que ocurría en la sociedad decimonoica a un nivel colectivo, sin duda esto se hará a través de un narrador en 3ª persona omnisciente y que se muestra lo más objetivo posible, convirtiéndose la literatura en un documento lo más fiel posible a la realidad.
Sin duda el realismo se ve reforzado por el naturalismo y percibirá ese esfuerzo por retratar los acontecimiento no solo mediante reacciones generales sino a nivel individual, el individuo y el medio están íntimamente relacionados en este fragmento.
Así pues la decisión de Ana se percibe de forma distinta entre la comunidad Vetustense. Por un lado tenemos la reacción de los Vegallanas, quien están considerados como la aristocracia moderna, que surge en el siglo XIX. Estos considerar esos actos puramente fanáticos y fuera de contexto. Vemos por ejemplo como la Marquesa esta completamente envidiosa de La Regenta y no precisamente de su espíritu religioso sino que será el centro de atención en toda Vetusta. Sin embargo por otro lado el populacho que se puede considerar como los habitantes más atrasados en cuanto ideales, ven esta idea como un autentico acto de devoción.
Esta actitud dual que muestran los Vetustense estará presente en toda la obra, debido al cambio tan forzoso que se vive en el siglo XIX, como hemos dicho una característica del realismo-naturalismo es la unión del personaje con su medio así Clarín piensa que la sociedad Española no a sabido asimilar los verdaderos conceptos del Liberasmo y lo que se nos muestra es una sociedad híbrida entre el pasado y un futuro pseudomoderno, por tanto los personajes tampoco tienen unos caracteres claramente definidos, sino que están en continuo conflicto entre ellos y su medio.
Aquí lo vemos en el caso de Ana que por un lado hace un acto que se supone con ánimo de misericordia y por una decisión personal pero por otro lado se siente avergonzada de lo que está haciendo, así mismo el Magistral no se siente como un canónigo orgulloso de su feligresa sino que se siente con actitud triunfante hacia si mismo por dejar claro su posición dominante.
Así pues el Naturalismo nos presenta la sociedad siempre degradada pues no se encarga de mostrar una realidad idealizadora como si lo hacía el neoclasicismo, pero no es intención del autor criticar este estado de degradación sino simplemente darlo a conocer, el escritor no es un juez quien dedica sino que se tiene que comportar como un científico quien observa, experimenta y muestra.
En este caso veremos tanto la descripción de los finos ropajes morados que lleva Ana Ozores como la sensación de dolor de sus pies descalzos al pisar las piedras o como se clavan las espinas en la corona que lleva Vinagre, lo que nos muestra una visión más humana en el sentido de imperfecta que nos hace simpatizar más con el pasaje litúrgico que nos está mostrando.
El hecho de que se nos situé en un tiempo o festejo concreto, nos da también esa sensación de verosimilitud que persigue el naturalismo, pues el lector se sentirá más identificado si reconoce algo tan popular como las fiestas nacionales.
Por lo tanto tenemos una visión bastante clara de la meta que pretendía Clarín al crear la ciudad Vetustense en su obra y que sirviera de espejo crítico a la España de principios de Siglo.
Jesús Vila García
martes, 3 de junio de 2014
El estudiante de Salamanca y cuentos románticos.
El estudiante
de Salamanca, obra escrita por José de Esponcedra, es un cuento en verso
que pertenece a la tradición legendaria.
En la obra se dan los rasgos estilísticos típicos
del cuento romántico, que da cabida a temas trágicos, religiosos, morales, de
amor… El narrador es generalmente en tercera persona y omnisciente. El cuento está dividido
en cuatro partes, cada una encabezada por un lema. El cuento es un largo poema de la
noche y la muerte, desarrollado entre media noche y el amanecer.
En la obra aparecen lugares y personajes siempre
llenos de misterio, sombríos y siniestros. Hay un cambio del lugar a un territorio
fantástico, se transforma en un mundo penumbroso lleno de espectros. Este
desplazamiento es algo común del cuento romántico.
El cuento reúne varios motivos temáticos comunes en
el romanticismo y que ya tienen unos antecedentes.
El donjuanismo es uno de los principales. El
protagonista, don Félix, es un orgulloso y arrogante estudiante que no acepta otra
ley que no sea la suya. Se parece en muchos sentidos al don Juan Tenorio de
Zorrilla, en su donaire físico, su audacia y su cinismo. Don Félix es una nueva
reencarnación del diablo, con la
diferencia de que él no se arrepiente de nada, incluso a la hora de morir, al
contrario que don Juan Tenorio.
La mujer transformada en esqueleto es un motivo
temático espeluznante que guía a don Félix hasta la muerte. El encuentro nocturno
con la dama misteriosa es una advertencia y una premonición del castigo que
recibirá el protagonista. Esto aparece desde el Siglo de Oro, donde al final de
la obra, antes de morir los personajes mostraban su arrepentimiento, aunque en
este caso don Félix continua siendo desenfrenadamente arrogante.
La visión de su propio funeral tiene como
antecedente La leyenda del estudiante
Lisardo, donde el estudiante presencia su propio funeral al igual que Félix.
El poder que creen tener los protagonistas los
hacen ser como son, sus interminables acciones déspotas y criminales, de las
cuales se arrepienten al morir, a excepción de algunos como don Félix.
La muerte de los protagonistas es algo que se ve
mucho en los cuentos románticos, como por ejemplo La peña de los enamorados. Zulema, una bella mujer mora, está
enamorada de don Fadrique, un soldado cristiano, pero ella piensa que su padre
se opondrá a su relación. Intentan escapar juntos, pero una vez que el
padre de Zulema les alcanza, los dos se tiran por una peña, no quieren vivir si
no están juntos. Su padre, al no aceptar esta unión fue quien causó, en cierta
manera, la muerte de los enamorados.
En La dama
blanca de Baden, el cuento está centralizado en una leyenda, la historia de
una mujer bella pero ambiciosa, que ansiaba el poder y mata a sus dos hijos
para poder casarse con un joven de buena posición social. Esta leyenda, como se
dice antes, centraliza el cuento, el encuentro con “la dama blanca” es una
premonición de muerte para la persona que la ve.
Para terminar, el cuento El aparecido, también centralizado por la leyenda de un pueblo
arruinado por un fantasma que acechaba a los habitantes, era el fantasma de un
gran señor que residía en una villa, a su muerte fue muriendo cada más gente,
de manera misteriosa. La presencia de fantasmas aparece de nuevo como un
presagio de muerte, de nuevo un común motivo temático romántico.